Dando respuesta a qué es una Smart City, o ciudad inteligente en su traducción al español, podemos definirla como una designación otorgada a una ciudad que incorpora tecnologías de información y comunicación (TIC) para mejorar la calidad y el rendimiento de los servicios urbanos, como energía, transporte y servicios públicos, a fin de reducir el consumo de recursos, el desperdicio y los costes generales.
El objetivo general de una ciudad inteligente es mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a través de la tecnología inteligente.
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SmartCity
No hay una explicación definitiva de lo que es una Smart City debido a la amplitud de las tecnologías que se pueden incorporar a una ciudad para que se considere una Smart City. Mark Deakin lo define como una ciudad que utiliza las TIC para satisfacer las demandas de sus ciudadanos, y que la participación de la comunidad en los procesos es una necesidad para una ciudad inteligente.
De la definición dada por Husam Al Waer y Mark Deakin en su publicación de investigación «From Intelligent to Smart Cities», los factores que contribuyen a que una ciudad sea clasificada como inteligente son:
- La aplicación de una amplia variedad de tecnologías digitales y electrónicas a la ciudad y sus comunidades.
- La aplicación de las TIC para elevar la vida y los entornos de trabajo en la región.
- La incorporación de tales TIC en los sistemas gubernamentales.
- La territorialización de las prácticas que reúnen a las personas y las TIC para fomentar la innovación y mejorar el conocimiento que ofrecen.
¿Se pueden asegurar y confiar en las Smart City?
Las Smart City son seguras y confiables, las cámaras conectadas, los sistemas de carreteras inteligentes y los sistemas de monitoreo de seguridad pública pueden proporcionar una capa adicional de protección y asistencia de emergencia a los ciudadanos que los ayuden cuando sea necesario. Todas estas fuentes de información son centralizadas en sistemas integrados de control y gestión, para canalizar y optimizar los procesos de respuesta ante situaciones inesperadas.
Las Smart City sólo pueden funcionar si podemos confiar en ellas. Todos los socios del ecosistema (gobiernos, empresas, proveedores de software, fabricantes de dispositivos, proveedores de energía y proveedores de servicios de red) deben hacer su parte e integrar soluciones que cumplan con cuatro objetivos principales de seguridad:
- Disponibilidad: Sin acceso a datos, accionable, en tiempo real y confiable, la ciudad inteligente no puede prosperar. La forma de recopilar, destilar y compartir los datos es crítica, y las soluciones de seguridad deben evitar los efectos negativos en la disponibilidad.
- Integridad: las ciudades inteligentes dependen de datos confiables y precisos. Se deben tomar medidas para garantizar que los datos sean precisos y libres de manipulación.
- Confidencialidad: algunos de los datos recopilados, almacenados y analizados incluirán detalles confidenciales sobre los propios consumidores. Se deben tomar medidas para evitar la divulgación no autorizada de información confidencial.
- Responsabilidad: los usuarios de un sistema deben ser responsables de sus acciones. Sus interacciones con sistemas sensibles deben registrarse y asociarse con un usuario específico. Estos registros deben ser difíciles de falsificar y tienen una fuerte protección de integridad.